Los beneficios del descanso son múltiples y sus resultados inmediatos en nuestro organismo.

¿Cuáles son los beneficios del descanso?
Resumiéndolo al máximo, diríamos que vas a funcionar de forma más eficiente:
- + Concentración, una mente descansada es más eficaz.
- + Agilidad física, tu musculatura y articulaciones soportarán en mejores condiciones un largo día de trabajo.
- Mejor estado anímico, algo fundamental en la salud de cualquier persona.
Quiero Dormir y descansar
Cualquier vehículo a motor necesita combustible para poder funcionar, los seres humanos además del alimento, precisan el descanso para vivir.
Comer, beber agua y descansar son parte esencial e indispensable de nuestro combustible para que cada mañana podamos ponernos en funcionamiento.
Una correcta alimentación así como un descanso adecuado aportan múltiples beneficios a nuestro cuerpo y mente.
Pero…. ¿qué es dormir?
Una pregunta en principio con una respuesta muy obvia pero que realmente no es así, porque el dormir es mucho más que estar en cama con los ojos cerrados y «roncando a pata suelta».
Dormir es necesario pero el objetivo es descansar que no es lo mismo, se puede estar durmiendo durante 10 horas y despertarnos muy cansados o hacerlo plácidamente en la mitad de tiempo y sin embargo levantarnos frescos como una rosa.
Descansar es liberarnos del cansancio, el descanso reparador se consigue desconectando nuestro cerebro de pensamientos negativos, estrés y problemas de la vida diaria.
Etapas del sueño
Durante las horas del sueño, el descanso podemos clasificarlo en las siguientes fases:
Primera: Es la que se entra y se sale del sueño, podríamos llamarlo duermevela. En esta etapa del sueño es muy frecuente que nos despertemos bruscamente, los ojos se mueven lentamente y la actividad muscular se ralentiza.
Somos conscientes de lo que está ocurriendo a nuestro alrededor e incluso podemos creer que estamos despiertos.
Segunda: Vamos entrando en un sueño más profundo donde el tono muscular es más reducido. El movimiento de ojos se detiene y las ondas cerebrales se vuelven más lentas.
Tercera: En esta fase es donde empezamos a dormir y cuando realmente descansamos. Aquí es donde generalmente se producen los trastornos de sueño como el sonambulismo o la incontinencia.
Cuarta: Dormimos profundamente y descansamos tanto física como psíquicamente. En esta fase aún no soñamos pero sí podemos tener la aparición de imágenes sin llegar a formar parte de ninguna historia.
REM: (Rapid Eye Movement) o movimiento rápido de los ojos, esta etapa del sueño comienza aproximadamente 90 minutos después de habernos dormido. Aquí se da rienda suelta a la imaginación de nuestro cerebro y empezamos a soñar en forma de historia. El tono muscular es inexistente de ahí que en algunos sueños queremos gritar y nos vemos incapaces de hacerlo.
¿Qué efectos tiene para la salud?
Dormir es una función biológica básica para todos los seres vivos y totalmente necesaria. Debemos respetar las necesidades de sueño y del descanso para conseguir un mejor rendimiento físico e intelectual.
Un mal descanso expone a nuestro sistema inmune a una mayor vulnerabilidad, aumenta nuestra fatiga física y mental disminuyendo así la capacidad de retener información y de concentrarnos, produce cambios de humor, irascibilidad y baja considerablemente la resistencia al estrés producido en el día a día.
Más del 60% de las personas con depresión o estrés sufre de alteraciones mentales a causa de la falta de sueño y descanso.
Un buen descanso favorece que nos levantemos de la cama cada día con buen humor y con una carga extra de energía, fortaleciendo nuestro sistema inmunitario y haciéndonos más fuertes contra las enfermedades.
¿Cómo mejorar nuestro descanso?
- Ve al baño justo antes de acostarte.
- Evita las fuentes directas de luz, temperaturas elevadas en la habitación y exceso de ruido.
- Los dispositivos móviles siempre en silencio o apagados.
- Evita las cenas copiosas y saladas.
- Evita los excitantes como la cafeína o el alcohol.
- No consumir bebidas estimulantes ni hacer ejercicio antes de dormir.
- Mantener un determinado horario para acostarse y también para levantarse.
- No fumes.
- La siesta es muy beneficiosa, pero no abuses, de lo contrario te costará coger el sueño nocturno.
Y no menos importante, presta atención a tu equipo de descanso, sobre todo en caso de camas para enfermos donde se hace necesario un buen somier ortopédico con colchón sanitario.